jueves, 19 de febrero de 2009

De lo analógico a lo digital.

Si no fuera por el lenguaje verbal, seguiríamos relacionándonos y agrupándonos en clanes familiares o pequeñas tribus, dicen los antropólogos, así que nuestra división del trabajo, la organización de nuestras sociedades e instituciones, se la debemos al desarrollo del lenguaje oral. Pero éste es solo una cara de la moneda, la otra es la del soporte material de la oralidad: la escritura.

Si bien compartimos material genético con otros primates, es el habla lo que fundamentalmente nos distingue de ellos, pero las cosas van más allá del solo acto del habla. La escritura que en palabras del autor, “cosifica” el habla ha permitido el desarrollo de la otra mitad de lo que hoy conocemos como humanidad. El establecimiento de nuevas maneras de comunicarnos como la descripción objetiva, han sido pasos fundamentales para la consolidación de la sociedad.

Hoy día, para Daniel Cassany, parece estar descubriéndose el canto de la moneda, es decir una tercera parte en el desarrollo humano, gracias a los soportes digitales del lenguaje y hace la separación entre los soportes analógicos como los libros, el papel, los sonidos mediante ondas hertzianas, etc., y los digitales compuestos primordialmente por la PC con todos sus aditamentos y componentes así como por sus funciones, entre estas y muy importante la conectividad a Internet.

Estos nuevos soportes han facilitado la transmisión de datos vía Internet. Escritos de todo tipo pueden ser consultados en cualquier lugar del mundo sin necesidad de tener el papel en las manos, sin embargo esto ha dejado de lado sobre todo en los países más desarrollados a la tecnología analógica, en sectores como el uso del correo o del fax. A partir de estos planteamientos iniciales, las preguntas se hacen inevitables ¿qué nos deparará con lo digital? En campos como la educación ¿cómo se enfrentará?

Por lo pronto en el campo de la escritura Cassany divide tres ámbitos fundamentales: lo pragmático, lo discursivo y el proceso de composición.

El primer ámbito Cassany afirma que se favorece la creación de comunidades virtuales sobre la comunidad del habla, (presencial) debido a que las comunidades físicas se delimitan por rasgos político-geográficos, nacionales, de idioma etc., mientras que en la red las limitaciones son menos visibles debido a la ruptura de limites espacio-temporales, de organización e incluso económicos.

Y es que en lo económico la relación entre lo analógico y lo digital es inversamente proporcional, es decir mientras lo digital y el acceso a la red se generaliza y se abarata, los soportes analógicos suben de precio, por ejemplo las revistas, libros y envío de postales. Por otro lado uno de los argumentos más mencionados de la llamada cultura digital es la limpieza ambiental a la que favorece debido a la disminución de tala de árboles y procesamiento de papel.

En el ámbito discursivo, Cassany señala que es indiscutible que los soportes digitales rompen con la linealidad de los analógicos, que si bien han permitido la libertad del lector en géneros como la novela, no han logrado ni lograrán los que ofrece la hiper e intertextualidad usada por los soportes digitales.

Aunque si vemos este fenómeno en desde el punto de vista del creador de contenidos nos damos cuenta de que también el escritor debe ceñirse a nuevas normas lingüísticas dejando de lado elementos que son clave en la linealidad, como el manejo de una sola línea argumental, sustituido por fragmentos pequeños y autónomos, por ejemplo. De la misma forma el escritor debe crearse un buen perfil mental de su hipotético lector para así lograr colocar de manera ordenada y estrictamente necesaria los links o ligas que complementarán su texto.

Del otro lado, el lector desempeña un papel más activo en la lectura, pero siempre debe tener bien claras sus metas y objetivos durante el proceso, de lo contrario es posible que se pierda entre la gran red de datos que están disponibles.

Lo digital también ha transformado géneros y formas de escribir, como el mail, por ejemplo, el cual se usa comúnmente mientras la carta ya no es de uso tan común. De la misma forma lo digital ha transformado el lenguaje por la adición de términos casi- especializados de la red, con palabras en su mayoría de origen inglés, que forman parte del nuevo código digital.

A diferencia del texto anterior(homo videns), en este coincido en muchos puntos con el autor ya que aborda el tema no de una manera apocalíptica sino más bien de manera real y práctica. Los escritores por ejemplo, ahora son capaces de realizar excelentes textos, con menos trabajo y en menos tiempo gracias a la ayuda de los correctores ortográficos, correctores de estilo, diccionario de sinónimos etc., solo a un clic de distancia. Así pueden dejar lo mecánico a la computadora y dedicar más tiempo al desarrollo intelectual del texto.

Otro punto en los que estoy totalmente de acuerdo con el autor es en la importancia actual y futura de las nuevas tecnologías en el campo educativo. La inserción de un nuevo concepto como alfabetización digital, es necesario en el campo de la educación básica. Sin embargo en las políticas de educación en nuestro país la tecnología se ve como una materia extra al plan de estudios, mientras Cassany argumenta que debe ser integrada al currículum de manera más profunda.

Me parece que en nuestro país es fundamental que se siga de fondo una política de enseñanza de computación, pero el problema no es poner las computadoras en un centro escolar y ya, el problema es la capacitación docente, de constante actualización y que por desagracia se ve frenada por la burocracia sindical en el sector de la educación nacional, a quienes parece no importarles el desarrollo de estos conocimientos.

Siempre he considerado algo en lo que concuerdo con el autor y me parece que no puedo explicarlo mejor que él: “La escritura analógica sigue teniendo vida y utilidad en un mundo eminentemente digital, como género manuscrito particular… y como herramienta complementaria para algunas sub tareas de la composición digital (anotar las ideas sobre papel antes de introducirlas en la computadora, hacer esquemas gráficos sobre papel, revisar un borrador sobre una impresión, etc.). El tratamiento didáctico de la escritura tendría que seguir esta línea, poniendo énfasis en la complementariedad de ambos soportes.” [1]

Así el alumno debe tener los conocimientos de gramática para poder hacer un uso correcto de las herramientas que ofrece la PC. La enseñanza en los centros de aprendizaje debe adaptarse a este cambio de paradigma, y como bien menciona Cassany no es posible seguir enseñando a escribir de la misma forma en la que se hacía hace treinta años. Complementariedad al fin de cuentas.

[1] CASSANY Daniel. De lo analógico a lo digital. El futuro de la enseñanza de la composición. En Lectura y vida. Revista Latinoamericana de Lectura. Año 21, Junio 2000.

No hay comentarios:

Publicar un comentario